domingo, 12 de junio de 2016

RADIOLOGÍA PEDIATRICA

RADIOLOGÍA PEDIÁTRICA

Los exámenes radiográficos son fundamentalmente los mismos, con independencia de la edad del paciente. En consecuencia, cuando se modifican juiciosamente, la mayoría de las técnicas pueden aplicarse a los niños y a los lactantes. Como es natural, existen algunas diferencias importantes. 

La protección frente a las radiaciones innecesarias tiene importancia especial. Hay algunas diferencias fundamentales en los parámetros radiológicos, como la utilidad limitada de las radiografías de tórax con Kv alto.

Para el técnico, sin embargo, la diferencia más obvia consiste en que muchos pacientes son demasiado jóvenes o están demasiado asustados para colaborar con el examen. 

La mayoría de los procedimientos radiológicos necesarios en niños no son dolorosos, sin embargo, los niños pequeños se resisten muchas veces a tales exámenes, debido a que han aprendido que los procedimientos médicos suelen hacerles daño. Su miedo aumenta si se les separa de sus padres o madres y también al ver las grandes máquinas de Rx. 

Nociones básicas de relación técnologo–paciente :

Para establecer una buena relación con los niños es necesario que a uno le gusten los niños, y no sólo los sanos y felices, sino también los enfermos, que muchas veces se muestran cansados, inseguros y asustados. 
Los siguientes requisitos consisten en comprensión, paciencia y honestidad. Es necesario comprender dentro de lo posible los miedos, las necesidades y los deseos de los niños. 

De hecho, ¿qué puede pensar un niño pequeño sobre la gran cámara fotográfica que saca fotos de lo que hay en su interior? Además, ciertas palabras pueden asustar a los niños. 

Si un técnologo le dice a otro que “dispare” para indicar que haga la exposición, es probable que el niño empiece a gritar, debido a que piensa en el disparo de un arma de fuego o algo similar. 

Entre las demás palabras que pueden asustar a los niños, dependiendo de su edad, se incluyen aguja, dolor, quitar, cortar, operación, cáncer, leucemia y otras muchas. 

Protección del niño frente a lesiones:

El Servicio de Radiología tiene la responsabilidad de asegurar que un niño no se lesionará a sí mismo ni será lesionado mientras permanezca en el departamento. 

Para evitar lesiones se debe proporcionar supervisión a todos los niños mientras están en el Servicio. Los lactantes y los niños pequeños deben ser observados con cuidado particular. 

Incluso los mejores métodos disponibles para inmovilizar a los lactantes y los niños pequeños conlleva algún peligro. La inmovilización sólo debe ser aplicada por técnicos expertos, y el niño inmovilizado debe ser objeto de vigilancia constante.

PROYECCIONES Y POSICIONES RADIOLÓGICAS:

Estudios radiológicos del tórax: Los lactantes y los niños menores de 4 años se examinan mejor en decúbito supino, a menos que se use un dispositivo especial para mantenerlos erectos. Los brazos se mantienen próximos a las orejas. Las piernas y la pelvis se deben sujetar para evitar movimientos. 


Las radiografías laterales se pueden obtener girando al niño sobre el costado izquierdo e inmovilizándolo de modo similar que la posición AP.


Los niños suficientemente mayores para mantenerse erguidos, sin girar ni retorcer el cuerpo deben ser explorados en posición AP con los brazos sobre la cabeza.


Estudios radiológicos del cráneo: Hasta que el niño es suficientemente mayor para colaborar, resulta preferible realizar la radiografía de cráneo con el paciente en decúbito supino sobre la mesa de exploración.

Se utilizarán diversos métodos de inmovilización del paciente dependiendo de los que dispongamos en la Sala de Rx. Resulta relativamente simple colocar la cabeza correctamente y sostenerla con una mordaza cefálica.   


Estudios radiológicos de miembros superiores e inferiores: Los estudios radiológicos de los miembros superiores e inferiores se realizan igual que a los adultos. Cuando el niño es demasiado pequeño para colaborar con nosotros, los miembros se pueden mantener en posición con una banda de plástico o con saquitos de arena. 


Estudios radiológicos del abdomen : El posicionamiento para una radiografía abdominal en decúbito supino es en gran parte el mismo que para una radiografía de tórax, en cuanto a la postura y sujeción. 

Es difícil obtener radiografías abdominales de niños pequeños y lactantes de pie o sostenidos erectos. Para ello utilizaremos las tejas de inmovilización. 


MÉTODOS DE INMOVILIZACIÓN:

Incluso los mejores métodos disponibles para inmovilizar a los lactantes y los niños pequeños conllevan un ligero riesgo de daño.

Por lo tanto, la inmovilización sólo debe realizarse por técnicos expertos o adiestrados previamente. Antes de comenzar, se debe explicar el procedimiento a los padres y a cualquier niño suficientemente mayor para comprenderlo. 

El niño inmovilizado no debe quedar sin atención en ningún momento, excepto en el instante que se hace la exposición. Incluso en ese preciso momento alguno de los padres puede permanecer dentro de la Sala de exploración controlando al niño, y por supuesto protegido con un delantal plomado.

 La inmovilización se usa para asegurar la posición correcta del paciente y minimizar, pero no impedir totalmente el movimiento voluntario del niño. 

La posibilidad de una placa movida también se minimiza por medio de una exposición rápida, o sea, aumentando la banda (mA) y reduciendo así el tiempo. El lactante o niño pequeño nunca debe ser inmovilizado hasta tal punto que resulten imposibles los pequeños movimientos como el de la respiración.  

Sacos de arena: Son pequeños saquitos de una tela fuerte y resistente, recia y a veces de material plástico lavable rellenos de arena, de diferentes tamaños y pesos. Es conveniente disponer de sacos o bolsas de arena de varios tamaños: bolsas pequeñas y firmes con peso entre 0´5 y 3´5 Kg., bolsas largas y firmes con 5 a 15 Kg. Y muchas bolsas o sacos largos y flojos de pesos similares. 

Bandas: Son tiras plásticas o de tela que se colocan encima del niño para inmovilizarlo o por tensión por los laterales de la mesa de exploración, o en conjunto con los sacos de arena que la fijan al niño. También se pueden utilizar tiras de velcro, vendas de hilo o elásticas, extremando la precaución de no lastimar al niño. 

Mordazas: Consisten en unos dispositivos metálicos que a modo de pinza sujetan e inmovilizan la cabeza del niño. La parte que sujeta al niño es una zona almohadillada para no lastimarlo. 

Tejas:  Este sistema consiste un tubo de metacrilato u otro material plástico radiotransparente cortado longitudinalmente en forma de U, en el que se ubica en su interior al niño y se procede a la inmovilización con cintas de velcro. 

Rueda : La rueda es un dispositivo circular y móvil, con una base plana radiotransparente donde se aloja el niño inmovilizado con cintas de velcro y colocarla de tal forma que el paciente pueda ser explorado en diferentes posiciones como son AP y Lateral, en decúbito y en posición erecta. 


Almohadillas:   Son piezas de gomaespuma que permiten inmovilizar a los niños el cráneo. Debido a esto, también son llamados cabeceros. 
Pueden ser de diferentes tamaños y tienen forma de U, ayudándose de bandas de velcro para lograr una buena inmovilización. 


Pigg‐o‐stat: Este es el nombre de un aparato con forma de mesa-sillita con dos medias tejas radiotransparentes que permite regular la anchura del niño para su inmovilización. 

El Pigg-o-stat sirve para realizar radiografías de tórax a niños preescolares o escolares que no colaboran o que pudieran dar lugar a movimientos durante su exploración.




 
  







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